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Festividad en honor a San Bautista en el pueblo de Tarmas. Venezuela (página 2)




Enviado por León Morales



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Claro está y es muy notorio entre todos los tarmeños y tarmeñas, que el San Juan Bautista que veneramos desde aquella fecha histórica es de color negro; porque la festividad en el interior de la iglesia obedece a una concepción cristiano-ideológica de dominación y por eso es blanco. La imagen que veneramos en la parte exterior de la iglesia es negra, porque está relacionada con nuestros orígenes africanos y muy específicamente con Changó y su Corte Celestial; en ese día tan especial para todos los tarmeños y tarmeñas, como en otras regiones de nuestro litoral central en donde vinculan a Changó con OGGÚN.

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Miembros del Proyecto de "Arte y Vida" en Tarmas

En relación al mal llamado sincretismo que practicamos
entre San Juan Bautista y Changó en su festividad en el
pueblo de Tarmas y la cual llevamos a cabo el 24 de junio de cada año,
tiene sus diferencias en relación a otras zonas de nuestra amplia costa
caribeña varguista, aragüeña y mirandina. Los tarmeños
hemos considerado en esta fase de investigación, que nada tenemos que
ver con el Orisha Oggún en cuanto se refiere a la religión
y cultura que trajeron nuestros ancestrales padres y madres desde su lejana
África a estas tierras.

Porque esta parte del sincretismo nos instruye para todos los tiempos, ya que nuestra relación entre Changó y Oggún tiene sus orígenes en nuestros antepasados Lucumís; debido a que Oggún por su carácter montuno, es el fiero dueño de los hierros y de la guerra; ya que su relación con nuestra madre Yemayá, vino al mundo su hija Achamadina. El trabajo tesonero que realizaban los viejos afro-ascendientes tarmeños en el pasado, les vino del DIOS-Machete, Oggún.

El 24 de junio de cada año se conmemora el enfrentamiento que tuvo el Dios del Trueno (Changó, hijo de Yemayá) en contra del Dios de los Hierros (Oggún, marido de Yemayá); que de hecho fue sangrienta y fue detenida por los dictámenes de Olurún, Orúmbila y los demás Orishas; quienes obligaron a Oggún a aceptar el mandato de Olofí y de esa manera firmar la paz con Changó.

Eso es parte de nuestra vida cultural y pertenece al legado que heredamos de nuestros antepasados africanos, quienes fueron desarraigados en diáspora a estas tierras tarmeñas y en todo nuestro litoral norte caribeño, que dio origen a la antillanidad como parte de nuestro proceso cultural. Por eso nuestra festividad en los tambores de San Juan, es diferente a las que ejecutan en ese día los demás pueblos afro-descendientes de Venezuela.

La difunta afro-descendiente María Morales o Hilaria González, natural de la Hacienda "Casupo González" en Santa Teresa del Tuy y quién llegó al pueblo de Tarmas a la edad de 14 años, acompañada de su padre el zambo Manuel Morales en 1.947. Sobre esta festividad le contó a su hijo Luís Pérez Morales "Pelón": "… La fiesta a San Juan Bautista tiene un origen de liberación de nosotros los negros; una vez que sacaron a nuestros abuelos y bisabuelos de los diferentes pueblos y naciones del África…".

"Pero, lo que no entendieron sus esclavistas, que los llevaron al sitio en donde reinan sus dioses, en el MONTE; es que nosotros no le rendimos cultos a nuestros santos, como es debido, y aún no hemos entendido que estas fiestas se celebraban allá en esas tierras lejanas de nuestros antepasados, como nosotros hoy las celebramos aquí en Tarmas, y como las celebran mis familias en Barlovento y en los valles del Tuy".

Claro está, hay mucha influencia de los Luangos africanos que llegaron por la vía de las islas de Curazao, Aruba y Bonaire, y que parten desde los lejanos tiempos en el Congo; traduciéndose con la rebelión del africano-dominicano Sebastián Lemba en San Juan de Maguana en la Isla de Santo Domingo".

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San Juan Bautista de Tarmas, año 1.974

La señora María Hilaria Morales siguió contándonos los siguientes relatos sobre su familia y la festividad a la cual estamos haciendo referencia, bajo estos términos:

"Según fuentes de mi difunta madre Carmen González, mi abuelo Joseph Moore nació en el sitio de Tunapuna en la Isla de Trinidad a finales del siglo XIX; quién al llegar al pueblo de Guiria de la costa en el Edo. Sucre, se cambió su nombre por el de Damacio Ramos".

"En sus andares errantes con mi padre Adelo Rafael Morales, Cruz Crescenso Mejías (el famoso "Petróleo Cruo") y Ambrosio Taylor llegaron a la Hacienda "Casupo González", propiedad de la familia González Gorrondona en los valles del Tuy".

"Lo que yo recuerdo de Petróleo Cruo, fue cuando se escapó de prisión en la Isla del Burro en 1.939. Luego lo encontraron en el Edo. Lara. Ese personaje era amigo de mi papá y me acuerdo que él nos contaba algo sobre sus andanzas; en la cual un 11 de mayo de ese año lo trasladaron herido a la cárcel del Obispo en Caracas, con tres balazos encima".

"Lo trasladan a la cárcel Modelo de Caracas el 23 de agosto de 1.944. Ya para esa época estaba mi padre preso en esa prisión, por haberle cortado la oreja a Lució "Merénguelo" Algarín en Anare en la Parroquia Naiguatá".

"Ellos nos decían desde muy niña que los primeros africanos llegaron a la Isla de Trinidad bajo dominación española hasta 1.797, desde la tierra sagrada de Ifé en Nigeria; que fue cuando esa isla venezolana pasó a control del dominio inglés. Se le hacía ceremonialmente un culto a Changó y ellos uniéndose a los esclavizados que llegaron desde el Congo, Costa de Marfil, Guinea Ecuatorial portuguesa y española, Cabo Verde y Angola; en el sincretismo afro-trinitario manifestaron que San Juan Bautista es Changó "El Guerrero"; que fue lo que en esos tiempos se avecinó sobre los pueblos y haciendas que se establecieron al oeste del Edo. Vargas, en este caso en Tarmas".

"Ahora las fiestas son en la plaza del pueblo y más al aíre libre. Anteriormente se hacían en nuestras casas de vara en tierra, donde adornábamos a nuestro sacratísimo Orisha Changó o San Juan Bautista con matas de enredaderas. Esas fiestas tomaron mucho calor fue en las tierras en donde estaban los cumbes, cimarroneras o palenques; porque allí se respiraban los aires de la libertad y podíamos reinar en el Monte, que lo da todo".

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Poeta Juan Pablo Sojo

El difunto poeta barloventeño Juan Pablo Sojo escribió en su obra titulada "Estudios del folklore venezolano", sobre algunas supervivencias negro-culturales en Venezuela, expresándonos lo siguiente:

"… en Venezuela –por leyes reales de la Colonia – débanse al esclavo sólo unos cortos días por una vez al año para festejar a su manera en honor de San Juan, San Antonio o San Benito. Ese sólo Santo, a quién dedicaban sus danzas y cantos en esa única oportunidad, resultó para ellos un aglutinador de sus originarios cultos, como lo vemos prevalecer en la supervivencia de distintos colores naturales observados por, por ejemplo, en las festividades a San Juan Bautista o Evangelista. De manera que siempre, a través de un mismo Santo, cantasen y bailasen a Shangó, a Yemanyá y Oxuún, a Obatalá, al propio Eleybará…". (p.100).

Lo curioso en el rescate de esta festividad ancestral africana en el pueblo de Tarmas, fue que en un memorable 15 de junio de 1.974, aquellos jóvenes tarmeños decidieron construir un San Juan que debía estar listo para las festividades de los días 23 y 24 de junio de ese mismo año. Siendo la señora Paula León la cultora popular que en compañía del promotor social de origen uruguayo Jorge Dunia, le dieron vida a tan sagrada imagen de la negridad tarmeña.

Ciertamente, tan sagrada imagen fue construida por los propios habitantes del pueblo en el Taller de "Arte y Vida". La efigie venerada de San Juan Bautista salió de la casa en donde estaba ubicada en la noche del 23 de junio de ese año; recorriendo el pueblo y finalmente fue colocada cerca de la bodega del isleño Pepe Delgado; en donde como en los mejores tiempos, se dio un formidable toque de tambor en aquel rememorado e inolvidable día. Regresándolo después a su lugar de origen.

Quienes recuerdan aquella festividad quedaron muy contentos de ella y quienes no la conocían manifestaron que realmente era necesario preservar esta antigua tradición que nos legaron nuestros anuános padres africanos. La procesión salió con el San Juan Bautista en hombro de uno de sus hacedores de cultura en horas de la mañana del 24 de junio de 1.974. En su recorrido iba a las casa de quienes se llamaban Juan o Juana y allí tocaban y cantaban al compás del golpe de los cumacos y el burro negro. Ese fue un día de gozo, tradición cultural y permanencia en el tiempo.

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Niño tarmeño afro-descendiente

En el día de San Juan Bautista, 24 de junio del 2.005

La investigadora de historia local Alida Marina Carapaica González el domingo 12 de junio del año 2.005, entrevistó al cultor afro-descendiente Nicanor León Mayora, haciéndole la siguiente pregunta: ¿Qué me puede hablar usted sobre los tambores de San Juan que se celebran el 24 de junio en el pueblo de Tarmas, señor Nicanor?

Y él le respondió con estas magnánimas y sabias palabras:

"Alida Marina, tus eres nieta de un hacendado que hubo en Tarmas, que era más humano que hacendado con sus peones y capataces en las haciendas que poseyó en estas tierras; como lo fue tu abuelo don Valentín Adelaido González en la Hacienda "Tarma Abajo"; después él fue administrador en la Hacienda "Curiana", que era de su suegro el isleño canario don Eduardo Padilla".

"Y finalmente ese hacendado de origen canario, fue en dos ocasiones dueño de la Hacienda "Carayaca Abajo" en Carayaca y ese si fue un gran hombre de verdad, verdad; ya que fue un gran amigo de mi difunto padre Juan de Jesús León".

Esos son tiempos, que ya no vuelven más; ya que era la época cuando la palabra de los hombres valían y es tan así que tu abuelo le dijo a mi padre estas palabras: "… Juan de Jesús, si tú mueres primero que yo, te mando a sepultar, o sea que yo corro con los gastos. Pero si mueres después que yo, entonces mis hijos tienen que correr con los gastos tuyos…".

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Recalentamiento de los tambores el 24 de junio del año 2.005

¿Qué te parece ese gesto?

"Y así fue realmente; ahora voy al grano de tu pregunta; como es sabido por todos nosotros, el pueblo de Tarmas estuvo rodeado de haciendas que tenían bajo su mando muchos esclavizados traídos desde África. Contaban mis antepasados que los negros eran callados y muy trabajadores; pero también tenían sus épocas que en voz baja cantaban alegóricamente a sus dioses ancestrales".

Al fin los amos dueños de las haciendas les concedieron un día para que se lo dedicaran a sus bailes y cantos místicos; los cuáles hacían en sus lenguas nativas y consistían en pequeños ritos realizados en aras de que mejoraran las siembras y las cosechas; a su vez pedían para prevenir daños y ahuyentar las enfermedades.

Y finalmente les solicitaban a sus dioses africanos, la tan ansiada libertad quitada en algunos desde sus tierras y en otros a través de la heredad esclavista de los grandes cacaos; dueños y amos de las tierras de esta nación y por ende de Tarmas y sus zonas circunvecinas.

Por Real Cédula del Rey de España, correspondiente al año 1.789, a todos los esclavizados y sus descendientes, se les concedió un día de descaso semanal y después de tantas luchas en donde muchos de ellos perdieron hasta sus propias vidas y de las duras jornadas laboradas en los sembradíos y plantaciones, con la condición de que dejaran sus actividades "paganas" y les rezaran a un santo católico. A su vez les exigieron que debieran rendirle culto en lengua castellana o española y no en las lenguas de las naciones de donde provenían en África, comenzando de esa forma lo que los sabihondos llaman sincretismo cultural y religioso, del cual no creo que fuera así en esos tiempos.

¿Sincretismo de qué, vale?

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Navío donde traían a los esclavizados africanos

Los esclavizados de las haciendas que merodeaban a Tarmas comenzaron a aprender el idioma español, mientras iban construyendo sus propios instrumentos musicales, los cuales eran muy parecidos a los que usaban en el África. Después tomaron troncos gruesos y redondos ahuecándolos en su centro a través del fuego y le pusieron cueros de animales existentes en la zona, los cuales tenían que ser resistente al golpe de tambor en sus extremos; a continuación buscaron un tipo de madera para hacer los palos para tocar en el tronco de los tambores rítmicamente.

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Festividad a San Juan Bautista en Tarmas

En el principio sus cantos era un llamado a los dioses ancestrales que dejaron atrás en sus tierras, para que no los olvidaran nunca jamás; luego la danza se hacía en honor a la fertilidad de la tierra y de la mujer, como parte que de la naturaleza que les rodeaba o aún les rodea.

En las fiestas de San Juan nuestras comadronas, abuelas y madres se ponían sus mejores vestuarios; siempre con la cabeza cubierta con sus pañoletas, para evitar el calor inclemente sobre sus cabezas o para recordar lo que Oba le realizó a Changó en una de las comidas que le hizo; quien cortándose una de sus orejeas, se la sirvió en una de sus comidas preferidas. En los toques se podía notar el fuego que expedían las notas musicales que salían de nuestros cumacos y tambores.

Debemos recordar que los antiguos afro-descendientes tarmeños tocaban los tambores en los patios de sus casas y siempre con la mirada puesta hacia la madre tierra; y que con el arranque del tambor sale a escena la "llamadora", que es la mujer o cantadora que con sus plegarias, le hace un llamado al Santo o a los Orishas, para que desciendan y se metan entre nosotros a vivir y compartir tan sagrado día en familia y en esa salutación fueron muy buenas las tarmeñas Paula León y Epifanía Mayora; sin dejarse atrás a William Díaz y a María Benítez León.

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Ochún, sirena de río

Los tarmeños debemos entender que los tambores nuestros son sagrados y que solo tienen que ser tocados por nuestra propia gente; ya que en ellos se encierra la sangre de nuestros antepasados y que se derrama cuando son tocados con la fuerza del rayo. En el interior de los mismos se ubican sus espíritus haciendo que retumben como los mejores tambores de todo el litoral norte costeño caribeño venezolano de nuestra antillanidad.

Cabe decir, que en las danzas originalmente se hacían pedimentos
que estaban relacionadas con algunas cosas de la cotidianidad o de la vida diaria.
Claro está, sus dioses como Olofí, Changó,
Orula, Eleguá, Olurún, Ochosí,
Oggún, Osaín, Yemayá, Ochún,
Obatalá, Oyá, Babalú Ayé, Orisha
Oko
, Olodumare, entre otros.

En el mal llamado sincretismo religioso que practican los sabihondos de la cultura venezolana, los Orishas con Olodumare a la cabeza fueron considerados como deidades paganas a los ojos de los amos y de los sacerdotes de las iglesias o capillas existentes en el pueblo, como en las haciendas; ya que en estas últimas las llamaban oratorio.

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Alegoría del tambor de San Juan en Tarmas, año 2.005

Al fin los esclavizados a sus fiestas decidieron nombrarle un santo patrono a la vista de la iglesia católica. Para ellos, de esa forma poder celebrar sus fiestas o festividades en su honor, cuya celebración litúrgica tenía que coincidir con el día de sus ritos. Y de esa manera fue como le tocó la veneración a San Juan "El Bautista" y a quien los negros y antiguos esclavizados de Tarmas le dieron el nombre de "El Dormilón, y que no es otro que Oggún en otros lugares de la africanidad y la negritud en el Edo. Vargas.

Para nosotros los tarmeños, esa deidad africana es Changó "El Rey de los Truenos y de los Rayos", quién en los antiguos rituales Yorubas forma parte de las siete potencias que conforman la Corte Africana en el mundo de la Santería. En la víspera de San Juan el día 23 de junio de cada año, se calienta los tambores; colocándose los cueros en frente de las fogatas encendidas, hasta que este comienza a templarse y entran a punto de ser tocados por las manos laboriosas de este pueblo que a diario clama por igualdad y justicia social.

Además, es un acto de purificación en donde están presente el fuego y la tierra a través de los tambores, y el llamado es para que bajen las aguas para la agricultura; y en donde no se queda atrás el aire, que es la fuerza que desplaza las nubes de agua y es a través del ritual del fuego cuando los cueros comienzan a templarse.

Alida Marina, hace muchos años atrás, el tarmeño Encarnación Díaz Ochoa, hoy difunto, fue gran tocador y bailador de San Juan en Tarmas, quien sobre este glorioso día nos contó lo siguiente:

"Aquí en Tarmas todos éramos labradores, agricultores, pescadores, arrieros, fabricadores de tejas y hacíamos carbón para vivir; y así como en la costa de arriba, nosotros también íbamos a algunas quebradas en la víspera de las fiestas de San Juan a bañarnos y eso lo hemos perdido. Íbamos a darle sacrificio al espíritu que reina en el río, como en la quebrada de Guaricuay o de Jesús".

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Africanidad tarmeña, año 2.005

"Aprendimos de nuestros abuelos y abuelas, que una vez concluida esta fiesta, debíamos guardar nuestros tambores hasta el año venidero; ya que de esa manera, les habíamos dado el placer a nuestros Santos de darle de comer y de darles las gracias, por permitirnos recordarlos en cada instante de nuestras vidas".

"Alida Marina, te manifiesto que los cantores se iban concentrando en la plaza del pueblo y todo debía quedar dispuesto, para darle comienzo a estas antiguas tradiciones que nos trajeron nuestros antepasados, desde el corazón mismo del África y que en parte aún conservamos en este milenario pueblo".

"Antes de irme al lugar que los Santos me tienen deparado y La Virgen de Candelaria me dé el pase a su reino en el cementerio en donde ella mora; por ser su custodia y de la cual soy también su devoto, tengo que manifestar que nuestros cantos si tienen raíces bien africanas y muy marcadas. Esto lo digo, ya que los tarmeños el 23 de junio de cada año, debemos entender que le estamos rindiendo tributo a un Santo Niño, que en ese momento está pasando a ser un joven y que se representa en la agricultura y en sus cosechas".

"Es por eso, que San Juan Bautista es víctima de una borrachera que agarra el 23 de junio de cada año, para que se le pasara su santísimo día y no lo celebrara. Yo creo que esa fue una vaina que le echaron los otros Orishas o Santos."

"Figúrate que en la costa de Los Caracas, para allá; aún se conserva esta tradición; debido a que la gente se mete a las doce de la noche en las vísperas del amanecer en los ríos y van con su aguardiente y familias enteras, y muchos llevan hasta sus amistades y amigos que les visitan en esos días. Eso se hace antes de que los monos se metan en el agua a las seis de la mañana del 24 de junio de cada año".

Antiguamente se tomaban yerbas y con ellas se bañaba la gente en el río; y de esa manera se sacaban los bichos que trataban de meterse en nuestros cuerpos; ya que era muy interesante ver a la difunta Paula Mayora bailando El Calambre con el difunto Encarnación Díaz Ochoa. Eso al compás del golpe del tambor, si era una picazón vale y había que verlo, y qué lástima que esa danza desapareció en tiempos de San Juan".

"La efigie de San Juan Bautista que yo conocí desde niño, era una imagen negra y de color oscuro. Esta festividad es la más grande de la africanía en tierras de Venezuela y en todo el Caribe, y de eso no hay dudas, vale. Así que vamos a despertar a nuestro Santo, para que haga en su día lo que tiene que hacer; darnos la alegría que merecemos todos sus descendientes y que nos legaron nuestros antepasados desde la legendaria África en el pasado y que abarca este el presente.

"Todos los negros de estas tierras, debemos entender que dentro del sincretismo de las religiones yoruba y católica, Oggún, Changó o San Juan Bautista, son los verdaderos dueños de todas estas montañas, ríos y montes. Estos son sus territorios, como ayer lo fueron en África, y tenemos que decir a los cuatros vientos cardinales, que el tambor del pueblo de Tarmas es el mejor del mundo; ya que la forma de levantar a San Juan Bautista en su día, no lo tiene otro tambor en estas regiones; lo puedo decir con todo el orgullo que me caracteriza y de ser un genuino representante de la negridad tarmeña".

¡Golpe, pues y a bailar todo el mundo!

Las fiestas en honor a San Juan Bautista u Oggún cantadas por Epifanía Mayora, quién es la primera ahijada bautizada por mi difunto padre Juan de Jesús León; la comienza ella y otras cantadoras tarmeñas, con el primer canto que es un llamado a San Juan, y que muy melódica y reverencialmente se recita así:

I

Ay…, Despiertas si estás dormido

Mi Juan…

Ay… despierta si estás dormido.

Despierta si estás dormido,

De este sueño tan profundo,

Mi Juan.

(Coro)

De este sueño tan profundo.

Ay… de este sueño tan profundo.

Que te viene a visitar

Las celosías del mundo,

Mi Juan.

II

San Juan Bautista me dijo

Que lo llamara en su día

(Coro)

Que el día del Juicio Final

Él a mí me llamaría.

Mi Juan.

III

En el Río del Jordán,

Se vieron mil maravillas

(Coro)

Se vieron mil maravillas,

Cristo hincado de rodillas

Bautizándolo mi Juan.

IV

A darte los años vengo

Mi Juan.

A darte los años vengo,

A darte los años vengo,

Yo he venido, sin poder

Mi Juan.

(Coro)

Yo he venido, sin poder.

Ay…, yo he venido, sin poder,

Por ser un día, de tú santo

Te lo vengo a dar a saber

Mi Juan.

V

A tú puerta hemos llegado,

Cuatro amantes que te adoran.

(Coro)

Cuatro amantes que te adoran,

Y por la gloria del Padre,

Todas cuatro cantadoras.

VI

Ábreme la puerta Juan,

Ábreme la puerta Juan.

Ay…, ábremela por favor,

Óyeme mi Juan.

¡SAN JUAN!

El segundo canto se llama Lejío; aquí aparte de
los cantadores y cantadoras, y de los tocadores, participan los bailadores y
bailadoras. Claro está, este es un golpe muy lento y se baila balseado.
La cantante va cantando de esta forma: "… Ay…, je, je, je, je…".

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Epifanía Mayora, la "Diosa del Tambor"
en Tarmas

 

Y las cantantes y cantantes, en un coro al unísono, dicen: "… Je, je, ja…".

Luego la solista canta el Lejío, con estas palabras: "… María tiende tú pañuelo…".

Y el coro le responde: "… Je, je, ja…".

Y nuevamente, la solista canta: "… María, tiéndelo en el suelo…".

Y los cantantes vuelven a repetir: "… Je, je, ja…".

Y Epifanía volvía a cantar con estas palabras: "… María, no seas sinvergüenza…".

Y le respondían rítmicamente, los presentes: "…
Je, je, ja…".

Y así sucesivamente hasta que se entraba con la fulía "… María Lourdes" o "María Apolinaria, la de Curazao", la cual recitaban de esta forma:

I

María Lourdes

Siembra la yuca,

Siémbrala bien

Pá que produzca

II

María Lourdes

Tiende el casabe

Tiéndelo bien María

Que lo sabe

III

No tengo hermana,

No tengo prima

Tengo una llaga María

Que me lastima

IV

María Lourdes,

Caliéntame agua,

La mosca verde María

Me está rondando

V

Me está rondando,

Me está rondando

Porque la llaga María

Me está manando

VI

Me está rondando,

Me está rondando,

Porque la llaga María

Me está rondando

VII

María Pulinaria

La de Curazao,

Se lava la cara

Con agua de pescao

VIII

María Pulinaria

La de Choroní

Se lava la cara

Con agua de ají

IX

María Pulinaria

La de Carayaca

Se lava la cara

Con agua de hayaca

X

María Pulinaria

Quítate del sol

Toma mi pañuelo

Y límpiate el sudor

XI

María Pulinaria

La de por aquí

La mandé a buscar

Y no quiso venir

El tercer toque es conocido como La Jinca; el cual consiste en un baile suelto y en donde los tambores se tocan con mayor fuerza para bailar; ya que el toque de los palitos sobre los tambores es bastante rápido. Al dársele comienzo a este tercer toque, es cuando uno siente que los latidos del corazón van golpeando cada vez con más rapidez y desde ese momento el cuerpo de los participantes en este mágico ritmo, no se pueden mantener quietos por nada del mundo y menos en un día como ese.

I

Jinca niña

Dale que le diste

Dale que le da

Con ese ruque, ruque

Y ese Cúa, Cúa, Cúa.

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Señoras Paula León y Epifanía Mayora

II

Fuiste que te llevaste

La burra pá la quebré

Todo el mundo corta leña

Del palo que se cayó

Fue la desventura

Para mí no alcanzó

III

Dale, dale mi niña

Ayayay…

Ay dale ya, dale ya

Esta sombra si me gusta

Y me busca mi acomodo

IV

Ayayay

Ave María

Me lleva el Diablo

Para La Vigía

Ay perrito faldero

Anda y sale a caza

Ahí viene de Caracas

Piche era que está

Y después le entraban con "Pájaro Negro" y la cantaban de esta forma:

I

Yo soy pájaro negro

Cuando la gana me da

Cuando no me da la gana

No soy pájaro ná

(Coro)

Pájaro negro

¿Cómo le va?

Tres golpes a la cintura

A la una é la madruga

II

En donde está Buchito

Ay llevando candela

Ay, como los demonios

Ay, como los demonios

(Coro)

En el pozo hondo

Como los demonios

"Una vez que en el día 23 de junio los tambores han estado a tono, es cuando se dirigen a visitar a todas las casas donde viviesen personas llamadas Juan o Juana; una vez que se llegaba a una de esas casas con San Juan, ellos tenían que obsequiarle aguardiente y comida a los tocadores, cantadores y bailadores; esa era la costumbre desde que yo me conozco".

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Jóvenes tarmeñas en las fiestas a San Juan Bautista en Tarmas

"El 24 de junio se continuaba con el toque de tambor, pero ese era un día muy especial; ya que se bautizaba a San Juan Bautista a las seis de la mañana y se le echaba era un chorro de agua fría; eso se hacía por los lados de El Apamate".

"Una vez bautizado San Juan Bautista, era montado en un taburete y lo llevaba una persona colocándoselo sobre su cabeza o en los hombros; mientras continuaban repitiéndole el llamado a San Juan. Ese era un día muy especial; ya que el Santo hacía favores especiales".

"En ese días las señoras de las casas hacían los cortes de cabello a cualquiera que lo ameritase, también se emparejaban las puntas de los crespos; ya que existía la creencia que al hacerse ese trabajo en este día, el cabello crecería con mejor aspecto, radiante y mucho más rápido".

"Las mujeres solteras, por su parte llenaban un recipiente con agua y le ponían a flotar varias agujas; cada una con el nombre de algún joven del pueblo o de la región del cual se tenían sospechas de enamoramiento, y en el centro se colocaba una aguja con el nombre de la muchacha soltera. Misteriosamente, la aguja con el nombre de la soltera se unía a una aguja con el nombre del muchacho".

"Paula León lo bailaba a Juan y le hacía la venía; esa era una reverencia hacia el Dios más importante de nuestras deidades antiguas; por eso la reverencia se hacía con mucho respeto".

Entre los mejores cantadores de antaño, aún se recuerdan aún a Feliciano León, Victoria Mayora, Gregoria, Bardomera y Genara Mayora. En estos tiempos se destacaron Paula León (hoy difunta), Epifanía Mayora, Petra Herrera, María Benítez y William Díaz.

Y los mejores tocadores de tambores fueron Toribio Bello, Pedro González, Martín "Tapiramo" Tortoza, Juan de Jesús León y Macabeo Mayora. Entre los tamboreros de hoy se puede contar con Andrés Escobar, José Huizo, Santana Tortoza, Romualdo Díaz, Ramón Díaz y Tito Bello".

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Descendientes de los antiguos esclavizados

Tocando tambor en Tarmas, año 2.005

"Alida Marina, los mejores toques de tambores que se dieron en el pueblo Tarmas fue en la casa de mis padres, quienes por casualidad se llamaban Juana Onofre Mayora y Juan de Jesús León. Ellos eran Juan y Juana, y de esa manera el golpe tenía que ser más fuerte en mi casa cuando llegaban las cantadoras y los tocadores de tambor; si te dijera que eso era verdad, tal vez no lo creerías, vale".

"Resulta, que cuando llegaban a mi casa no se querían ir los tamboreros, bailadores y cantadoras y mucho menos los cantadores; prácticamente de allí no los dejaban salir por la gran atención que les dispensábamos. Yo aún recuerdo como ayer, como bailaban Sara Mayora, Eustaquia Mayora, Fabiana Huizi y Payuyo".

¡Esos si sabían bailar el tambor de San Juan, vale!

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Epifanía Mayora y Paula León

Sacando a San Juan Bautista el 24 de junio de 1.974

"Fíjate, que cuándo los recuerdo los hago con nostalgia, porque esos tiempos no regresaran jamás y a la vez siento mucha nostalgia por mi música y por ellos; porque las nuevas generaciones no lo hacen ni igual y menos parecido a nosotros; lo que pudiera llevarnos a la perdida de una tradición, que desde hace muchos siglos nos legaron nuestros antepasados".

En el tambor de San Juan en Tarmas hubo curiosidades como estas: Ernesta Mayora no bailaba, pero cantaba y Eustacio Bello no bebía aguardiente, pero bailaba".

¿Qué tiempos aquellos, Marina?

"Alida Marina, antes dentro del canto se hacían improvisaciones y se narraban los hechos o anécdotas sucedidas en el pueblo durante el año. Inclusive llegamos hasta a contrapuntear. A pesar de lo que hoy existe, yo tengo aún la impresión de que nuestros niños y adolescentes llevan todavía arraigadas sus raíces ancestrales".

"Ellos están haciendo grandes esfuerzos al respecto; ya que
en sus cuerpos conservan el ritmo candente de los palitos y de los tambores
que nos legaron los africanos del pasado, desde aquellos lejanos tiempos en
algún lugar de nuestra madre común, África".

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Cantador William Díaz y los tambores de Tarmas

"Alida Marina, recuerda siempre que el baile del tambor en tiempos de San Juan "El Bautista" nos hipnotiza a todos por iguales y a su vez nos transporta a las cortes en donde están nuestros dioses ancestrales. Por eso San Juan "Bautista" es Congo y no blanco, vale"

¿Qué gratos recuerdos tiene usted de su majestuosa vida en relación a las festividades de San Juan en Tarmas, señora Epifanía?

"Bueno, te diré que Paula León era familia mía y esa mujer llevaba el tambor en la sangre. Realmente, ella era una de las mejores tamboreras que haya conocido en mi vida; ya que no se le escapaba ninguna de las tonalidades en los doce tambores que sonaban en nuestras fiestas y en cada toque que hacíamos en tiempos de San Juan".

Para mí Paula León era la "Reina del Tambor en Tarmas", de eso no había dudas. Ella cantaba durante tres días al golpe de los tambores y siempre mantenía su voz bien clarita, nunca se ponía ronca; ya que su voz siempre estaba igualita, igualita, igualita. Ella era una mujer con temple de acero, cuando le iban a dar aguardiente de regalo, decía estas palabras: "… Si usted me va a regalar algo a mí, me da algo que sea bueno…".

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Golpe de tambor en Tarmas, en años anteriores

"Otro de los detalles que recuerdo con gran nostalgia, es que cuando yo era muy niña, recuerdo que mi padrino Juan de Jesús León tocaba una charraca, que era hecha de bambú y la señora Ana Jacinta Mayora quién era la madre de la señora Catalina Mayora de Tortoza, bisabuela la primera de los Pedrad Tortoza en Tarmas, era quién tocaba las maracas en los golpes de San Juan".

"La señora Catalina Mayora de Tortoza llegó al pueblo de Tarmas a la edad de 15 años; proveniente de su tierra en la Hacienda "La Florida"; habiendo grandes vínculos de amistad con el señor Agustín Péinate, quién cuidaba de sus hijas en los momentos en que sacaban y rayaban yuca, para hacer casabe en aquellos lejanos días de su juventud".

"Esos instrumentos desaparecieron de nuestros tambores cuando yo era niña; yo recuerdo haberlos visto tocarlos en esa gran fiesta que antes hacíamos y que cada veo que va en vías de desaparecer; cuando yo comencé a bailar y a cantar en fiestas de tambores tenía 12 años de edad y siempre lo hacía en la compañía de mi señora madre Gregoria Mayora, y para esos tiempos ni la charraca y ni las maracas se usaban en los tambores en tiempos de mi adolescencia".

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Martín "Tapiramo" Tortoza

(Hoy difunto, fue uno de los mejores tocadores de tambor que hubo en Tarmas)

La investigadora de historia local Luisa Navarro Pedrón visitó al septuagenario tarmeño señor Romualdo Díaz Huizi en su casa de habitación en el pueblo de Tarmas el 21 de julio del año en curso, a partir de la 10:00 horas del día.

He aquí los resultados de dicha entrevista.

¿Puede usted hablarnos de sus orígenes, familia y sus apreciaciones sobre las fiestas de San Juan en Tarmas, señor Romualdo?

"Yo nací en el pueblo de Tarmas hace 74 años atrás, en donde he vivido y he establecido mi familia toda la vida. Mis padres fueron los tarmeños Encarnación Díaz y Julia Huizi, y en relación a las fiestas de San Juan Bautista debo decir que antiguamente las cantadoras del tambor eran las señoras Paula León, Juana León, Ernesto Mayora y Epifanía Mayora".

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Romualdo Díaz Huizi

"En verdad, yo era uno de los tocadores de tambor, aparte de que había otros muy buenos, como Regino Mayora, Juan Ubarte, Pedro González, Santa María Tortoza (popularmente conocido como "Santana"), Martín Benítez Mayora, Venancio Benítez Mayora y Nicanor León Mayora".

"Antes durante los fines de semana de los meses de junio y julio completos, empezando con el día de Corpus Christi. Se cantaba en todas las casas donde vivían los Juanés y Juana y el 29 de junio también íbamos a las casas de quienes se llamaban Pedro, ya que era el día de San Pedro".

¿Cómo se hacían los tambores y cómo eran los sonidos y los toque de aquellos tambores con relación a los de hoy, señor Romualdo?

"En aquellos tiempos se les compraban a los cazadores
los cueros para poder forrar los tambores. En relación a la fabricación
de los tambores tengo que decir que entre los árboles existentes en la
zona, el que más se destaca es el aguacate por el sonido agudo que salía
de su interior cuando estábamos tocando.

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Señora Petra Benítez Mayora

"El toque de los palitos debe ser un toque trancado, no como el de ahora que confunde. La gente hoy casi no se interesa por aprender a construir o hacer los tambores; ya que ellos tienen que ir a trabajar a otros pueblos. El aguardiente era uno de los primeros asistentes, empezando con caña clara y cola, y ron para poder sentirse más contentos. Las mujeres tenían un pañuelo; el cual se lo zumbaban al cuello de los hombres con el fin de invitarlos a bailar".

En ese mismo día, la investigadora local Luisa Navarro Pedrón
entrevistó a la señora Livia Díaz Huizi de Méndez
en su casa de habitación, haciéndole la siguiente pregunta:
¿Cómo eran los tambores de San Juan antes y si podría
usted contarnos algunas anécdotas sobre las festividades a San Juan
Bautista
en Tarmas, señora Livia?

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Juana de la Cruz Viana

"En donde hoy está la casa de Valentín "Beato" Domínguez, anteriormente vivió allí en una casa de bahareque la señora Ezequiela Mayora, quién era la madre de Ezequiel, José Antonio, Maximiliano, Mónico y Felipe Mayora. Justamente, en esa casa fue donde yo comencé a tener nociones de lo que eran las fiestas de tambor en tiempos de San Juan en el pueblo de Tarmas".

"La señora Paula Mayora era la que danzaba el Baile de "El Calambre" en compañía de mi difunto padre Encarnación Díaz; quienes al comenzar a bailar tan ritualistico baile, las demás personas se retiraban abriéndole paso. Ella era la mujer del difunto afro-descendiente Práxedes León y prima del difunto Isaías Mayora. Ese mismo que tenía un quiosquito en la entrada de Tarmas; ya que ellos también eran oriundos de la Hacienda "La Florida" en su parte alta".

"Ella fue una partera muy reconocida en el pueblo de Tarmas y creo que murió a finales de la década de los años cincuenta del siglo XX. La señora Paula Mayora se vestía con una falda larga de retazos y recortes de telas, una camisa manga larga unicolor y un delantal con su pañuelo amarrado en su cabeza".

"Ellos más que bailar, lo que hacían era una obra de teatro; iniciándola la dama, trataba de fingir que se caía al suelo y el acompañante en este caso, mi papá, la asistía, para que no cayera al piso".

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Señora Paula Mayora

Planchadora en la casa del General Juan Vicente Gómez Chacón

Casa de la artista plástico Gego Goldschmidt en
Tarmas, año 1.955

El hombre de perfil es Eloy Tortoza, padre de José "Bachaco" Tortoza

"La señora Paula Mayora bailaba El Calambre de tal manera, que a veces se caía en el suelo y uno llegaba a pensar que le había pasado algo; cuando de pronto comenzaba a moverse y así era como ella iba dándole forma al baile. Yo creo que en su tiempo, fue una de las mejores bailadoras de tambor del pueblo y tal vez sea la mejor de toda nuestra historia".

"Mi papá era peluquero o barbero aquí en Tarmas, como decían en esos tiempos; él era muy visitado por mucha gente del pueblo, en aras de que el cabello les creciera o se los mejorara. Otra de las creencias, era la del huevo en el vaso de agua en donde veían el futuro que les vendría a quienes consultaban, si se casaban o se iban de viaje".

El historiador popular León Morales, le hizo la siguiente referencia sobre el uso del huevo de agua, como parte de la festividad a Nuestra Señora de La Candelaria de Tarmas y que a continuación especificó con gran sabiduría:

"Alguien en este trabajo de investigación en el pueblo ancestral de Tarmas; ya dijo que las Fiestas Lupercales en la Roma antigua tiene sus orígenes en los tiempos en que Eneas era un príncipe troyano y sobreviviente de la destrucción de Troya, quién se estableció en el Lacio y se casó con una hija del Rey Latino, convirtiéndose de esa manera en el abuelo de Rómulo y Remo".

"Lo cierto del caso, es que los jóvenes romanos corrían desnudos en el Monte Palatino con sus vergajos en las manos; los cuales eran hechos de piel de cabra y verga de toro; golpeando el aire formaban un círculo mágico, donde simulaban expulsar los malos espíritus. Y en realidad las mujeres romanas que eran alcanzadas por los golpes de los Lupercos, dejaban de ser estériles. Es por eso, que el huevo tiene que ver con la fertilidad y la fecundación en las mujeres romanas, y que en nuestro pueblo tarmeño se mantuvo hasta el presente, y he allí sus más remotos orígenes".

De manera tal, que continuamos con los relatos de la señora Livia Díaz Huizi de Méndez:

"Entre las antiguas cantadoras estaban las señoras Gregoria
Mayora
y Justa León; esta última era nativa de la Hacienda
"La Florida" y falleció en Tarmas a la edad de
112 años, dejando una vasta descendencia. El señor Ricardo
Piñango
"Ratón", Santa María Tortoza "Santana"
y Celestino Tortoza eran quienes fabricaban los tambores para el día
de San Juan Bautista el 24 de junio de cada año".

La centenaria Justa León

Una de las anécdotas, es que hace algunos años sacaron a la figura de San Benito, pero como era negro y la imagen de San Juan era de color blanco, más que el color, era como si una imagen tomaba el puesto de otra o la remplazaba en esa festividad. Resulta, que cuando comenzó la festividad se cayó el San Benito y se quebró totalmente; eso fue para nosotros los tarmeños y tarmeñas algo curioso y si se quiere anti reverente por parte de quienes trataron de cambiarnos nuestro Santo en su día.

Entre las canciones de aquí y que son propias del pueblo de Tarmas, se pueden nombrar las siguientes: Barajuta la lapa, La Jinca, Camellón y el Funche.

"Mariquita vamos pá la cueva

Y si quieres llévate la estera,

La cobija y la cabecera"

"Se murió la tuza

En la batea de Juan de Jesús

Y vino Juan Huizo

Y le puso la cruz"

El miércoles 22 de junio del año en curso, la investigadora de historia local Yaileth Andreina Morales Kienzler entrevistó al afro-descendiente Nicanor León Mayora, de 78 años de edad, a las 10:00 horas de la mañana en la casa de El Tambo en las cercanías del casco del pueblo de Tarmas, haciéndole la siguiente pregunta.

Señor Nicanor, usted a su edad, es una persona que tiene excelente memoria: ¿Podría usted hablarnos sobre los orígenes de las fiestas que en el pueblo de Tarmas se hacen en honor a San Juan Bautista el día 24 de junio de cada año?

"Bueno mija, como verás; en esta casa se hicieron grandes fiestas de San Juan; ya que aquí vivió una artista muy famosa que era de origen alemán y creo que se llamaba Gertrude Goldschmidt. Esta casa antiguamente fue conocida bajo el nombre de El Guanábano de Matías. Ella también fue conocida como Gego, porque las dos silabas eran la iníciales de su nombre y apellido".

"Ella como que era artista plástica, pero además era ingeniera y arquitecta graduada en la Universidad Técnica de Stuttgart en Alemania. Gego quiso mucho al hoy difunto Eloy Tortoza, el padre de "Bachaco Tortoza". En una ocasión, él me dijo que Gego nació en la ciudad de Hamburgo en Alemania y eso fue por 1.912. En verdad, te diré que ella llegó a Tarmas cuando más o menos tenía como sus 40 años de edad".

"Yo recuerdo que ella vino con su compañero de vida marital Gerd Leuffert y si te digo mentiras no me lo creas, pero ellos eran muy buenas personas y fueron muy conocidos a nivel nacional e internacional. Fíjate, que a su casa en "El Tambo" vinieron por muchos días a disfrutar sus vacaciones o a retirarse del mundanal ruido que produce la ciudad de Caracas, tanto el artista plástico Alejandro Otero y su primo hermano el periodista y famoso escritor Miguel Otero Silva.

La banquera Mercedes Pardo de Otero era la esposa de Alejandro Otero y era familia directa del señor Armando Pardo Rivero en Tarmas. Ella fue Presidenta del Banco Central de Venezuela y Miguel Otero Silva era primo hermano del Presidente Raúl Leoni Otero. Todos los que te he nombrado en estos momentos son difuntos muy famosos dentro de la política, las artes y las finanzas en Venezuela.

En base a esta entrevista yo espero ser famoso algún día. Gego se estableció en Tarmas entre los años 1.953 y 1.956 y primeramente llegaron fue a la Casa del Níspero en Tarmas; que es en donde hoy en día funciona "Tarmas TV" y antiguamente fue la escuela de niñas en nuestro pueblo".

Casa del Tambo o "El Coco de Salome"

"Ella si se quiere, se convirtió en una pintora y artista famosa, y fue gracias al pueblo de Tarmas; porque aquí pintó muchos de sus paisajes; ya que nuestra naturaleza como pueblo y comunidad estaba en armonía con lo que ella deseaba plasmar en sus obras de arte. Yo tengo entendido que ella falleció en Caracas en 1.994".

"Bueno Yaileth, yo quiero decirte que tú también
tienes tú ladito africano; ya que lo heredaste por parte de tu abuela
María Morales, que en paz descanse; porque ella también
era afro-descendiente. Te diré que las festividades a San Juan Bautista
tienen ¿su por qué?".

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Las Siete Divinas Potencias

"Y te digo esto en este momento, debido a que a veces bailamos el tambor con mucha vehemencia hoy, desconociendo sus orígenes y misterios; llámenlos paganos, religiosos, cristianos o místicos. Todo eso tiene que ver con la vida misma y con la muerte también, todo está dentro del marco de la esperanza misma".

"Contaban mis abuelos, que en el África y aquí en Venezuela, cuando vinieron los primeros africanos esclavizados y en las haciendas en donde eran explotados o en los cumbes o cimarroneras en donde se encontraban, cuando moría una de las personas mayores de sus comunidades, si alcanzaban edades longevas ponían una fiesta en pleno velatorio del cadáver del finado; con el fin de celebrar que ese ser había vivido muchos años de edad y que ahora iba a donde están los espíritus de nuestros Orishas o antepasados".

"Pero, cuando moría un niño su velatorio era al compás del llanto y de las melancolías; ya que esa criatura no había vivido lo suficiente para poder ver la vida con todo su esplendor y grandeza; así como la vieron sus padres, abuelos y antepasados en esta vida terrenal".

"Justo, desde esos mismos momentos, es que viene a nuestras tierras el Baile del Mampulorio; el cual se mantuvo como tradición por estas costas hasta hace algunos años atrás".

"Claro está, la iglesia católica como siempre lo ha hecho a través de la historia a nuestros párvulos de origen bozal o ladino nacidos en otrora tiempos en el África o en estas tierras; los condenaron a ir al cielo o al limbo y fue de tal manera que hasta en el cementerio dividieron las tumbas; los bautizados eran sepultados en un lugar "santo" y los no bautizados en otro lugar no sacro".

¿O es qué caso no hemos comprendido aún que en esta festividad de San Juan Bautista está inmersa en su propio bautizo?

José "Bachaco" Tortoza Bello

Jubilado de la Escuela Nacional "Pio Rengifo" en Tarmas

"El cual se realizó en los vados del Río Jordán en la Palestina antigua y ancestral. Caramba vale, los niños negros no pueden ir a esos lugares a los cuales nos quieren mandar los credos y dogmas blancos de la iglesia católica tradicional y a donde no van los niños negros a esos lugares; porque ellos también son Ángeles de la Negritud y tienen que ir al cielo de nuestros antepasados y dioses; donde tienen que ir a encontrarse con sus Orishas y con nuestros hermanos superiores en sus respectivas cortes celestiales; llámense Changó, Yemayá, Eleguá, Obatalá, Oggún, Ochún y Oyá".

"Mis antepasados decían que el duelo se vivía en esos tiempos en que morían nuestros niños negros y que fue lo que dio origen a todas las festividades que hoy existen dentro del plano de la negritud misma en Tarmas; esa es la mera realidad de las cosas que existen y para poder conocerlas tenemos que remontarnos en nuestras memorias a los siglos XVI, XVII, XVIII, XIX y XX".

Y de esa manera podemos ir notando los cambios que ha habido en nuestras tradiciones al compás del tiempo, los cuales son muy notorios; ya que a mi parecer nuestras actividades culturales están en manos de grupos familiares y no en manos del pueblo en su conjunto, como fueron en aquellos lejanos tiempos del siglo XX, que es el que más hemos vivido hasta el momento".

"He allí la gran diferencia de lo que se hacía ayer y lo que se hace hoy. En relación a los tambores de Tarmas, vuelvo a recalcar que los primeros africanos que llegaron a Tarmas arribaron por los puertos de Arrecifes y Chichiriviche; a donde llegaron como esclavizados a las plantaciones y haciendas que aún nuestro tiempo se conservan sus nombres".

"En cuanto a los tambores mismos, debo manifestar que los tambores de Maya, Chichiriviche y Puerto Cruz tienen iguales ritmos. El de Tarmas no es en nada igual a los que se tocan en el pueblo de Naiguatá, esa es la verdad verdadera; ya que difieren mucho en lo rítmico y sonoro".

Changó o Santa Bárbara

"En cuanto a los tambores de Maya, Chichiriviche y Puerto Cruz se refiere, son menos acelerados que los de Tarmas. Mientras que los de Tarmas, Catia de La Mar y Caraballeda en sus sonidos son algo parecidos. Pero, debo destacar, que todos los ritmos de los tambores de Sotavento son diferentes a los de Barlovento, porque aquí en Tarmas los tambores tienen sonido de cumaco y burro negro, y allá el sonido es de mina y quitiplás, esa es la gran diferencia".

"En cuanto se refiere a los tambores de Tarmas, aquí venían gente de Catia de La Mar, La Florida y Uricao. La mina barloventeña es un tambor con cuero por las dos bocas, pero es hueco en su centro, para que pueda salir la tonalidad. Mientras que el cumaco tarmeño, es llamado tambor trancado y lo podemos ver en los golpes de nuestro tambor; tanto en La Jinca, que tiene un carácter brincado y ritualistico, y después con El Lejío, que es mucho más fuerte en su sonoridad y golpe".

"El golpe de tambor es un baile por parejas que salían rítmicamente al ruedo o en círculo, en donde hacían figuras corporales que exaltaban algunas partes del cuerpo al son del golpe y de los cantos sonoros; eso tenía algo de magia y estaba lleno del más alto contenido ritualistico".

El Lejío se bailaba agarrado, ya que el golpe es más suave. Mejor dicho, el Baile de San Juan es como nuestro propio joropo costeño. Claro está, en la danza entre lo que es un joropo y un baile de tambor hay grandes diferencias, y sobre eso no hay comparación alguna".

"En aquellos tiempos cuando yo era aún muy joven, la fiesta de San Juan con el Santo en procesión salía desde la casa de mi tía Paula Mayora, quién era hermana de Micaela Mayora, Natividad Mayora y la cual quedaba en la subida de El Calvario, en donde hoy está la casa de mi difunta prima Eustaquia Mayora.

Natividad era la madre del difunto Bernabé Mayora, conocido como "El Mocho Bernabé". Allí bailaban feliz y alegremente a San Juan Bautista y lo hacían cantando estas palabras:

"San Juan espera

Cuando es su santo día,

Bajaría del cielo

Con muchísima alegría"

"Y el coro respondía con iguales palabras. Ah caramba vale, hay que ver cómo han cambiado las cosas, debo decirte que San Juan en mi época no estaba dentro de la iglesia del pueblo; ya que esa festividad no es una celebración de la iglesia. A veces dicen que lo que nosotros hacemos en ese día es paganismo y esa no es la verdad".

"Ya que con ese mal llamado paganismo por parte de los enemigos más encarnecidos de la Negritud como cultura, no es otra cosa que tratar de negar nuestros propios orígenes o dejar a un lado la religión que nos legaron nuestros ancestros africanos; a pesar de que ellos aceptaron la deificación de nuestros dioses bajo el manto del catolicismo cristiano; pero fue de esa manera cómo pudieron sobrevivir nuestras tradiciones, mitos, leyendas y costumbres".

"Yo recuerdo que en mi juventud no se le hacía ninguna actividad a San Juan Bautista el 24 de junio de cada año; debido a que casi nunca teníamos sacerdote en el pueblo. Yo creo que ese era uno de los motivos por las cuales no se le hacían rituales litúrgicos y religiosos en la iglesia".

"Siento que nuestras festividades como el San Juan u otras manifestaciones culturales propias de nuestro pueblo, deben hacerse con el mayor respeto, dedicación, disciplina, devoción y lealtad; porque así preservaríamos esa gran heredad cultural que nos legaron nuestros antepasados desde tiempos inmemoriales".

"En cuanto al tambor se refiere, les diré que no se bailaba tambor en las calles y menos en la plaza del pueblo. Eso se realizaba era en la casa de habitación en donde habían personas que se llamaran Juan o Juana y en aquellos tiempos los toques se hacían en la casa de Eloísa Díaz".

Justamente, en la casa donde vive Elio Mayora y que está al lado donde vive el maestro Pedro Méndez García, y que antiguamente fue propiedad de Ramón Díaz. Allí había una sala grande en donde se colocaban los cumacos; en verdad se reunía allí mucha gente, ya que los pobladores de Tarmas en esos tiempos eran una sola familia; a pesar de que en esas fiestas éramos visitados por muchas personas que venían desde Carayaca, Catia de La Mar, Arrecifes y desde las haciendas como Curiana".

Tocadores afro-descendientes

Del tambor de Tarmas, 24 de Junio del 2.005

"Esas fiestas terminaban el 29 de junio de cada año, que es el día en que San Pedro viene a visitar a San Juan para despertarlo de la profunda pea que tiene. Bueno las épocas pasan y los recuerdos quedan. Miren ustedes lo curioso de todo esto y es que en las fiestas de San Juan hubo antiguos esclavizados quienes actuaban como sirvientes en las iglesias y que luego se convirtieron en los famosos mayordomos de fábrica".

"Esa gente estaba pendiente de todas las actividades religiosas que se hacían en el pueblo y de cómo se realizaban las festividades. Ellos eran quienes les informaban a los curas sobre los hechos y situaciones vividas en el seno mismo de las comunidades afro-descendientes".

"En verdad esos hombres y mujeres que actuaban de esa manera tenían mentalidad de esclavos, en ellos nunca floreció los conceptos de rebeldía y libertad; ya que atentaban en contra de sus hermanos de raza en las plantaciones de los oligarcas y terratenientes".

Dr. José Marcial Ramos Guédez

La cosa fue tan difícil, ya que hay dos documentos que están
escritos en el trabajo de grado del doctor en historia y afro-descendiente José
Marcial Ramos Guédez
titulado: "Contribución a la
historia de las culturas negras en Venezuela colonial
" donde hace la
siguiente referencia:

"… Carta de los negros Tarís al Gobernador Eclesiástico, Señor Gobernador de este Obispado, solicitándoles que se prohíba el baile de tambor que realizan muchos negros durante las procesiones que se llevan a cabo el primer día de las fiestas de San Juan y el último día de las de Nuestra Señora de Guía. Caracas, 8 de junio de 1.793…"

Los Mayordomos de las Cofradías de Nuestra Señora de Guía y de San Juan Bautista de la Iglesia de San Mauricio de esta ciudad exponen reverentemente a Vuestra Señoría que las dos públicas procesiones que salen de aquella Iglesia, la una el primer día de las fiestas de San Juan y la otra el último de las de Nuestra Señora de Guía, han venido ya en estos últimos años al lastimoso estado que lloran justamente los verdaderos cristianos de esta ciudad y según los progresos que ha tomado el mal amenazan mayores ruinas espirituales si la superioridad de los que nos gobiernan no se aplica en tiempo a remediarlo. Lo que algún tiempo fue una inocente demostración del afecto y pudo entonces ser estimado por culto a los santos, hoy es sin duda intolerable delincuente desahogo de las pasiones tanto más criminoso cuanto se cubre con el especioso de una sinceridad afectada y de un culto supersticioso. Algunos de los morenos de esta ciudad que en nada sirven a la Iglesia de san Mauricio ni son de sus Cofradías, hombres y mujeres, en un montón desconcertado con baile profano, ceremonias ridículas e instrumentos estrepitosos se introducen en ambas procesiones y en ellas mismas, amparados del tumulto, favorecidos de la bulla y apadrinados de la que se estima sinceridad, se cometen las abominables delincuencias que dejamos a la consideración de Vuestra Señoría y más si reflexiona que al mismo montón se introducen también gentes de otras castas para lograr los torpes fines que de otro modo no conseguirán, fuera de que por el mismo desconcierto las sagradas imágenes se llevan sin gravedad: los Ministros eclesiásticos van confundidos, las Cofradías sin orden y todas las gentes sin devoción, motivos porque las personas decentes, los verdaderamente devotos y los mismos eclesiásticos no quieren asistir a estas procesiones y los que estamos obligados a ellas por nuestras Constituciones, lloramos con indecible dolor la herida que nos causa la murmuración de los forasteros, el retiro de los buenos y la justa consideración de que se atribuya estos males a los que cuidamos de la iglesia y culto a sus imágenes. Suplicamos por todo lo dicho se sirva Vuestra Señoría para el remedio que conviene, pasar sus políticos oficios al Señor Presidente Gobernador y Capitán General a efecto de que en los mismos días de ambas procesiones, por medio de sus Ministros de Justicia prohíba absolutamente la pulsación de los tambores que entonces usan los morenos y darnos Vuestra Señoría su licencia para que con anticipación a las fiestas y en las papeletas que se fijan para anunciarlas, se advierta a los señores y padres estar ya prohibidos de orden de Vuestra Señoría el baile, tambores y toda otra cosa ajena de las santas procesiones, a fin de que en sus casas lo adviertan a sus esclavos e hijos y que o no les permitan venir a la procesión, si han de venir en trajes ridículos o los manden advertidos de que han de asistir en la misma forma, orden y lugar que en las demás procesiones que se practican en esta ciudad. Caracas, junio ocho de mil setecientos noventa y tres. Juan José Rondón. Juan de la Rosa Martínes…".

Luego, el Dr. José Marcial Ramos Guédez en su obra sobre las fiestas de San Juan Bautista en la Iglesia de San Mauricio, adonde sólo podían asistir los esclavizados y negros libertos en la ciudad mariana de Caracas, nos dio a conocer lo siguiente:

Auto del gobernador y Capitán General, Sr. Don Pedro Carbonell Vigo Pinto y Correa, dando término al baile con tambores en las procesiones y a los actos bochornosos que habían resultado de semejante práctica que llevaban a cabo los negros de las cofradías de la Iglesia de San Mauricio. Caracas, 15 de junio de 1.793. (Fragmento).

"… En la ciudad de Caracas, a quince de junio de mil setecientos noventa y tres años el señor Don Pedro Carbonell Vigo Pinto y Correa, Brigadier de los Reales Ejércitos, Presidente de la Real Audiencia del Distrito, Gobernador y Capitán General de est6a Provincia, habiendo visto la copia y oficio antecedente del Señor Gobernador de la espiritual y temporal de este Obispado y habida consideración a lo indispensable que se hace proveer de remedio que contenga el ruido de los tambores que usan los morenos libres y esclavos de esta capital con mezcla de otras gentes en las dos públicas procesiones que salen de la Iglesia de Señor San Mauricio y son la de Nuestra Señora de Guía y la de San Juan Bautista, con lo que aquella inocente demostración que debe ser estimada por culto a los santos se hace con poca decencia y a veces con desahogo de las pasiones, tanto más criminoso cuanto se encubre con el especioso velo de una sinceridad afectada y de un culto supersticioso, pues en patrullas desconcertadas con bailes profanos, ceremonias ridículas e instrumentos estrepitosos introducidos en las procesiones, favorecidos de la bulla y apadrinados de la que se estima sinceridad, cometen excesos que deben evitarse, Su Señoría dijo:

Que desde luego, para cortar de raíz este abuso, se fijen carteles en los lugares públicos y acostumbrados de esta ciudad por los que se prevenga a todos sus vecinos y negros de cualesquier sexo y calidad que sean en y en particular a los amos de esclavos, que prohíban a éstos la concurrencia a las citadas procesiones en traje irregular e indecente, con algazara, tambores u otros instrumentos, debiendo sólo hacerlo con aquella moderación debida a los fieles que se congregan en actos de devoción, apercibidos que en caso de contravenir a ellos se les exigirá a los expresados amos por la primera vez en que resulten consentidores o que pudiendo no lo han estorbado, con ocho pesos de multa; a los libres y que tengan con qué sufrirla, cuatro; y a los insolventes, ocho días de cárcel, todo con reagravación en caso de reincidencia, lo que se hará saber al Alguacil Mayor para que cele su observancia y cumplimiento; quedando este Tribunal a la mira para acordar las demás providencias que convengan hasta el total exterminio de este abuso; todo lo que se participará a dicho Señor Gobernador de este Obispado con testimonio de este Auto por el presente Escribano, precedida la ceremonia de estilo para su inteligencia. Y por este sí Su Señoría lo proveyó, mandó y firmó, de que doy fe. Pedro Carbonell. Rafael Alcalde. Ante mí, Pablo Castrillo, escribano Público Mayor del Gobierno. Es copia del auto original de su contenido que queda en mi oficio a que me remito y para el efecto que en él se manda, la hice sacar y en fe de ello la signo y firmo en Caracas, a diez y ocho de Junio de mil setecientos noventa y tres años. En testimonio de verdad, Pablo Castrillo, escribano Público mayor de Gobierno.

Con esta resolución del Gobernador se dio término al baile con tambores en las procesiones y a los actos bochornosos que habían resultado de semejantes prácticas…".

El miércoles 22 de junio del año 2.005, la joven investigadora local Yaileth Andreina Morales Kienzler en la entrada del pueblo de Tarmas, le hizo la siguiente entrevista al septuagenario afro-descendiente Eustaquio "Renato" Mayora, a eso de las 09:00 de la mañana

He aquí las preguntas y sus repuestas: ¿Qué puede usted hablarnos sobre la presencia africana en estas tierras tarmeñas, señor Renato?

"La presencia de los esclavizados en estas tierras tiene su origen una vez que los españoles y sus descendientes acabaron y casi exterminaron a los indios de estas tierras, y fue así como trajeron después a nuestros antepasados africanos. En parte los orígenes de nuestros apellidos, tales como Ulloa, Mayora, Lozano, Guzmán, Ladera, León, Bello, los heredamos de los propios hacendados; al igual que los apellidos cristianos que llevaban los indios de Tarmas como Tortoza, Ochoa, Izquierdo, León, Acosta, Carrasquel".

"En verdad, el tratar de saber de dónde vinieron nuestros antepasados de África, se nos hace muy difícil; ya que a pesar de que nacimos aquí, a nuestros abuelos y bisabuelos esclavizados los negociaban a los hacendados y a los sacerdotes que habían en estas tierras, haciendas y poblados para que trabajaran en las duras faenas de la tierra misma y los "amos de las haciendas" les aceptaron y les permitieron que tocaran sus tambores para tratar de que se distrajesen en sus festividades y dejaran a un lado sus legítimos deseos de ser libres".

¿Y cómo era el pueblo de Tarmas en su juventud, señor Renato?

"En aquellos tiempos en Tarmas no había carretera; en verdad para venir a esas fiestas lo hacíamos a pie descalzo, ya que cuando teníamos unas alpargatas sólo las usábamos para entrar al pueblo y fuera de allí andábamos descalzos; después íbamos a la quebrada de Ñá Santa y llegábamos a la Cruz de Tarmas en El Arenal, que es donde está el lindero de Tarmas, de igual manera nos volvíamos a colocar las alpargatas en la bajada de El Pardillo, para entrar al pueblo de Carayaca".

"Yo llegué a Tarmas a la edad de 18 años proveniente de la Hacienda "La Florida" y después de trabajar muchos años fue que pude comprar el rancho de Toys y el de María Benítez. En el pueblo de Tarmas todos les pagábamos una data o censo al párroco de las iglesia, quién era el que la cobraba y eso era lo que nos daba la condición de vecino en el pueblo".

"Esa renta se pagaba anualmente, debido a que los sacerdotes del pueblo comisionaban a los mayordomos de fábrica de la iglesia para que cobraran los arrendamientos de las tierras ocupadas por nosotros; ya que ellos decían que todas las tierras de Tarmas eran de la iglesia".

"Por eso era que nos cobraban esas rentas y ellos nos daban un recibo que era firmado por el sacerdote y por el recaudador. En realidad yo pagaba entre 4 y 6 bolívares de data y después vino el Centro Simón Bolívar (CSB) y se acabaron esos pagos".

"Y en relación a las fiestas de San Juan, debo expresar que cuando vamos a cortar un madero para hacer un tambor tenemos que venerarlo; ya que nuestro deber tiene que ser que mientras vamos a cortar un madero, debemos sembrar otro para que el que se cortó viva y cuando vemos que están bonitos es cuando más tenemos que aprovecharlos".

Cumacos tarmeños, 13/6/2.005

"Eso me lo enseñaron mis padres María de la Cruz Mayora y José Isabel Ulloa. Mi abuelo fue Agapito Ladera quién era natural de la Hacienda Puerto Cruz y mi abuela Tiburcio Mayora. Por allá por la Hacienda "La Florida" todos los toques de tambor comenzaban con guitarra. Cabe señalar, que en el día de San Pedro se iba a todas las casas tocándose con el cuatro; yo creo que en el pueblo de Tarmas eso se perdió hace muchos años atrás".

"La gente de la Hacienda "Curiana" venían al pueblo de Tarmas a disfrutar en esas fiestas y más si eran las del baile de San Juan. El toque de tambor de San Juan en la Hacienda "La Florida" era diferente al que se tocaba en Tarmas; ya que también se celebraban fiestas de tambor de San Juan en Chichiriviche, Uricao y Maya".

Yo he visto que en los tambores de Tarmas en otras ocasiones usan la guarura como instrumento musical y quiero comentar que esa no es costumbre de aquí; ya que ese instrumento es usado en otros lugares de este litoral, más bien hacía los lados del pueblo de Naiguatá y no quiero llegar a pensar que hay personas que están tratando de imponérnoslos a nosotros aquí".

"La guarura era usada en mi tierra natal en un sitio llamado "La Pericosa en la Hacienda "La Florida"; ya que muchos de los descendientes de africanos que vivimos aquí en Tarmas somos de ese lugar y a veces no queremos decir de dónde venimos. En este momento les vuelvo a repetir lo mismo que antes, la guarura la usaban por allá para llamar a la gente al trabajo, a la hora de descanso y al finalizar las faenas de trabajo; y de acuerdo al sonido se sabía lo que nos querían decir los mayordomos de las haciendas".

"En otras ocasiones, era para acometer el trabajo en las plantaciones, siembras o cosechas; bien fuera en los cañaverales, cafetales o camburales, como en los huertos de hortalizas, sembradíos de verduras o frutas".

El 24 de junio es el día de San Juan El Bautista, la joven investigadora local Yaileth Andreina Morales Kienzler entrevistó en la Plaza Bolívar del pueblo al hacedor de cultura Nicanor León Mayora, a eso de las diez de la mañana de ese día viernes.

Señor Nicanor, en el pueblo de Tarmas hay una leyenda que en los tambores de San Juan sale el Diablo.

¿Qué hay de cierto en eso?

Bueno, Yaileth; no solamente eso es verdad, sino que esas cosas se hallan en la imaginación de nosotros, en la de todos, en la tuya y en la mía; o quizás no esté en la imaginación de algunos de nosotros. Esas realidades tangibles están relacionadas con cosas de nuestra vida diaria, ciertamente se dieron casos en donde nuestros abuelos y padres a veces llegaban a nuestras casas y nos decían palabras como estas: ¡Nicanor, hijo, ven acá, venga y hágame esta diligencia en casa de mi comadre Gregoria!

Y cuando yo decía: ¡Guá, abuela, repítame otra vez sus palabras, que no las oí bien!

"La verdad era que nuestros abuelos y padres no nos volvían a repetir nuevamente las órdenes que nos daban para ir a hacerles los mandados o diligencias; ya que con sus gestos se daban cuenta de que no queríamos hacer el mandado".

Entonces, uno encapilladamente mostraba en algo nuestra molestia y con miedo le contestábamos: ¡Diga usted, abuela!

Y ellos con gran altanería, nos gritaban estas palabras, pero con mucha autoridad: "… Nicanor, usted va a hacer el mandao ya; porque yo lo mando, carajo; y no me rechiste, pues…".

Fiestas de San Juan realizada hace varios años atrás en Tarmas

Y luego si salía rezongando, me decían: ¡Carajo, ojala te salga el Diablo en el camino, para que aprenda a respetar a los viejos; ya verás, ya verás, Nica!

Uno a veces pensaba que eso era un decir más de nuestros abuelos y padres; pero siempre había quién asustara a uno en el camino o en el trayecto por dónde íbamos a pasar a hacer el mandado.

Lo cierto de la cuestión, era que en esos casos una persona se escondía en los mogotes del monte y desde allí nos hacían cualquier morisqueta, como esta: "… Ja, ja, ja, ja…, Nicanor, ven… mijo…, ven…, vente conmigo, vente conmigo, Nicanor…".

Y allí era cuando uno comenzaba a asustarse y de pronto tomando un sorbo de aire, pegaba un grito, diciendo: ¿Quién es usted?

¿Qué quiere?

Y el ser que se encontraba escondido es la espesura del monte, me respondía con estas palabras: "… Satanás, que ha avenido a buscarte Nicanor…".

De esa manera uno salía corriendo desesperadamente y a veces llegábamos a nuestras casas llorando y muy asustados con mucho miedo y terror. Entonces era cuando nuestros abuelos y padres nos decían: "… No te fijas mijito, que esa cosa te pasó por andar de malcriado y estar echando vainas; por eso es que te ha salido el Diablo, Nicanor…".

"Mira vale, lo del Diablo es un decir más y es una leyenda que no sé de donde viene o en donde están sus orígenes. Pero, no era que le salía el Diablo a uno, porque eran las fiestas de La Santísima Cruz del Altar, de Corpus Christi o San Juan. En verdad, a mí nunca me ha salido el Diablos, pero a otras personas que conocí hace muchísimos años decían que si les había salido".

Negritud tarmeña

Cuando eran las fiestas que creamos a La Santísima Cruz del Altar a partir de 1.941, lo hicimos en base a esta oración:

"… Yo, Nicanor León Mayora, muy deferentemente ofrezco este alumbrado al Santísimo Sacramento del Altar para que sus luces irradien sobre mi cuerpo su espíritu de fuerza, poder, amor, fe, abundancia y prosperidad. Para que así se cumplan los postulados y deseos de nuestro Padre. Amén…".

¡Ah, y no hay que olvidar, que hay que rezar tres Credos!

Bueno, era que en aquella época todo el mundo tenía que portarse bien, porque sus padres gozaban de mucho respeto en el pueblo y los hijos y nietos no podían empañar sus tranquilidades y lazos de amistad.

Partes: 1, 2, 3
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